Alberto Conde, CEO de FAE, fue entrevistado recientemente por LaSexta en un reportaje centrado en los efectos del nuevo escenario arancelario entre Estados Unidos y la Unión Europea. 

La compañía, especializada en el desarrollo y fabricación de componentes eléctricos y electrónicos —fundamentalmente sensores para el sector de la automoción—, exporta actualmente a más de 100 países, y Estados Unidos representa hasta un 20% de su facturación.

Durante la entrevista, Alberto Conde destacó que los cambios en la política comercial suponen un reto importante para las empresas industriales con proyección internacional, como es el caso de FAE. “Exportamos una parte significativa de nuestra producción a EE. UU., y estos incrementos arancelarios nos obligan a replantear estrategias y estructuras de coste”, señaló. El nuevo arancel del 25% impuesto por el gobierno estadounidense ha tenido un impacto directo en su negocio. Sin embargo, desde FAE confían en que la tecnología puntera de sus productos les permita mantener su posición en el mercado. Según Alberto Conde, “los estadounidenses no tendrán más remedio que asumir ellos mismos el coste de estos aranceles, porque no hay suficientes proveedores locales capaces de cubrir lo que Europa dejará de suministrar”.

A pesar de la competencia norteamericana, Conde asegura que ni existen muchos fabricantes alternativos en EE. UU., ni cuentan con la capacidad suficiente. Y aunque proveedores de otros mercados, como Sudamérica, podrían crecer para suplir parte de la demanda, esto requiere tiempo e inversión. Por ello, a corto plazo, FAE no prevé un impacto excesivamente negativo.

No obstante, Conde reconoce que la situación exige adaptación: “Tendremos que buscar otros clientes y desarrollar productos de mayor valor añadido para compensar la rentabilidad que podamos perder en Estados Unidos”. El directivo es consciente de que, si bien confían plenamente en su tecnología, la mejora constante de los productos será clave para mantener la cuota de mercado global.

Lo que más preocupa, según Conde, es la incertidumbre política y comercial: “No sabemos cómo va a terminar todo esto. Lo que empezó mal —con aranceles del 20% para la Unión Europea— puede ir a peor. Confiamos en que desde Europa se sepa reaccionar correctamente”.

Podéis ver el vídeo del reportaje completo AQUÍ.